jueves, 10 de diciembre de 2015

El mundo con ojos infantiles

El pasado sábado tuve la oportunidad y privilegio de realizar un taller creativo familiar.

El objetivo era que los peques realizaran su propio Tió con la colaboración de un adulto. A medida que se desarrollaba la actividad, pude observar otra vez ese potencial creativo que vive dentro de los niños.

Los niños no ponen límite a su imaginación, se desinhiben, piensan y se permiten hacer las cosas de una manera no convencional… Los adultos intentamos encausarlos, dirigirlos por el camino trazado… el cielo es azul, el árbol verde… la línea recta…
Pero si hacemos el ejercicio contrario, dejarnos guiar por el niño… pintar todo arcoiris, enganchar tantas cuentas o botones se pueda… añadir coronas, anillos, mejillas, pestañas…

Si de verdad nos dejamos llevar por la ola creativa infantil nos encontraremos con el sorprendente resultado: hemos realizado una pieza única, irrepetible, con carácter.

Por esta razón cada vez que trabajo con niños, intento aprender de ellos, intento recordar cómo era mirar el mundo con ojos infantiles.



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